Pez aguja: historia, características, alimentación, cuidados y más

El pez aguja es una especie bastante singular, ya que estos animales no solo pueden vivir en el mar, sino que además están presente en aguas dulces. A este también se le conoce como pez pipa y pertenece a la familia de los belonidae, además, su nombre científico es Picudo gacho.

En esta familia de peces todos sus miembros poseen la peculiar característica de tener el cuerpo alargado y las mandíbulas extendidas, con el pico alargado y repleto de dientes, los cuales están muy bien afilados. Pero hay más, sigue leyendo que en este post conocerás más sobre esta fascinante criatura del mundo animal acuático.    

Historia del pez aguja

Agujones, Belonidae o belónidos son los nombres reciben una familia de peces que pueden vivir en aguas marinas y en aguas dulces. Dicha especie está distribuida por aguas tropicales y templadas y varios de sus géneros habitan en las aguas dulces de Suramérica.

Características del pez aguja

Este pez tiene el cuerpo alargado y el pico como una aguja pero ¿cuáles son otras de sus características? Cuenta con fosas nasales que están ubicadas en el pozo interno de sus ojos, también, tiene unas aletas pectorales que son muy cortas si las comparamos con las de otros peces.

Además, sus aletas anales y dorsales están ubicadas en la parte trasera con posición abdominal. Por otra parte, este pez lleva una línea totalmente recta que está presente en todo su cuerpo y que tienen una posición ventral. Dicha línea inicia en la aleta pectoral. Tiene unas escamas bastante pequeñas, lo que hace que hasta con el más pequeño impacto en el agua se desprendan.     

Es pez aguja es una animal que vive muy cerca de la superficie del agua, razón por la que poseen un color muy parecido al hábitat en donde viven. Esto quiere decir que estos peces son de un tono más azul y verde en la parte de arriba y más blanqueados en la parte baja. Además, la línea que ya mencionamos antes lleva un color azul.        

Ahora bien, la punta de su mandíbula baja es, en casi todos los ejemplares, una parte bastante carnosa de color rojo o anaranjado. Es importante destacar que es gracias al pico afilado que posee este animal que puede ser capaz de capturar a sus presas de una manera rápida. Algunos ejemplares de agua dulce alcanzan unos 7 cm de longitud, y los de aguas marinas unos 2 metros.

En muchas partes del mundo, por no decir todas, la pesca de este pez tiene un alto interés comercial. La técnica por la que se capturan es la de arrastre, en la que estos se quedan atrapados en la red.

El pez aguja es considerado un manjar muy delicioso gracias a su excelente contenido nutricional. Sin embargo, hay quienes no lo comen por sus muchos huesos de color verde.  

¿Es peligroso?

Al pez aguja se le distingue por su delgado y aerodinámico cuerpo, además de su pico con silueta de aguja. Aunque es cierto que no se ubica en lista de los peces más grandes y feroces del océano, este ha llegado a cobrar algunas vidas humanas con el paso de los años ya que son muchos los pescadores y buzos nocturnos que, sin saberlo, amenazan a esta criatura empalándose con su aguja.   

Si bien es cierto que el ataque del pez aguja hacia un humano es bastante raro, la aguja de este puede dañar de manera muy fácil los órganos, tales como los intestinos, corazón, pulmones, ojos, entre otros. Todo esto con simplemente saltar a la superficie apuntando su filosas ajuga a la potencial amenaza. Una vez que el pez aguja hace contacto con alguno de los órganos vitales de su amenaza, la muerte para este es sencillamente ineludible.   

Alimentación del pez aguja 

El pez aguja es carnívoro, así que su principal alimento son las crías de otros peces, como las sardinas y los boquerones. Esta especie ha alcanzado unas técnicas de caza bastante optimizadas las cuales les permiten depredar a sus presas casi como si fueran unos felinos.   

Además de las crías de sardinas y boquerones, los peces aguja también tienen otros animales en su dieta. Se trata de los moluscos, crustáceos y otras especies más pequeñas. No obstante, los primeros que mencionamos son, sin duda alguna, su plato predilecto, tanto así que pescarlos es una tarea muy fácil si se le colocamos como cebo algunos ejemplares de estos peces (sardinas o boquerones).     

Cuidados del pez aguja

Una vez que el pez se ha llevado de su vida salvaje a un estanque o acuario, pueden llegar a ser bastante resistentes y prosperar en una gran variedad de espacios. No obstante, es importante que se esté al tanto de los signos de algunas posibles infecciones bacterianas. Por ejemplo, el pez no debe tener ningún tipo de nubosidad en sus ojos, piel o aletas.    

También, hay que asegurarse de que el animal no esté respirando con rapidez ya que esto puede significar que está estresado, sobre todo si en la transición de su hábitat natural al cautiverio no ha estado acompañado de otros peces de su misma especie. Pero este también puede ser indicio de alguna infección causada por una bacteria.

Por lo general, los peces aguja que se crían en cautiverio suelen ser más resistentes que los que son capturados y sacados de su vida salvaje. No obstante, en la actualidad son muy pocos los peces que son criados en cautiverio, a excepción de los que lo hacen por pasatiempo.    

Alimentación del pez aguja en cautiverio

Los peces aguja que se encuentran en cautiverio necesitan una gran variedad de alimentos vivos, esto hará posible que el animal tenga una dieta nutricional apropiada. Es importante que se seleccionen los alimentos que se originan en el mar pues estos son muy ricos en ácidos grasos que son altamente insaturados.      

Los organismos que se originan en aguas dulces contienen muy pocos ácidos grasos. Así que si se opta por alimentar al pez aguja con alimentos vivos originados en agua dulce, se deben enriquecer con algunos productos que tengan dichos ácidos, con, por ejemplo, la vitamina C.

Por otra parte, son muchos los alimentos originados en agua salada con los que se puede alimentar a los peces aguja en cautiverio. Por ejemplo, tenemos el anfípodos, los camarones Brine bebés, la artemia y las larvas de camarón. Ademas, podemos optar por los Copépodos, el camarón fantasma y otros camarones claros como el Mysis, Isópodos y los camarones rojos.

Requisitos del tanque

La configuración más idónea para el pez aguja es un estanque con agua salada que posea muchas rocas, coral (sirve como escondite) y pasto. Además, este también debe tener bastantes cuevas y salientes que sirvan de refugio y tiene que estar altamente colorido para dar la impresión de su entorno natural al que esta acostumbrando a estar.     

Estos peces se mantienen mucho mejor cuando se les aloja con parejas o en grupos, eso sí, en el estanque solo debe haber una especie o su pariente más cercano: el caballito de mar. La temperatura del agua debe estar entre los 72ºF y los 77ºF.

Por otra parte, el balance del pH del agua de estar siempre entre los 8.1 y 8.4 y la dureza de carbonato entre 8 y 12. Además, la gravedad específica tiene que ser de 1.020 a 1.025. Asimismo, el pez aguja necesita agua alcalina y tener una muy buena iluminación para poder encontrar su comida, puesto que son comedores visuales. 

Reproducción y ciclo de vida

Por lo general, este pez se aparea en los meses de abril y mayo. El macho pelea con otros para poder encontrar pareja y será el más grande el que se aparee con la hembra montándose sobre ella. Este pez es ovíparo, así que pone sus huevos en aguas con muy poca profundidad.

En la mayoría de los casos, las especies de peces aguja migran a aguas con menos profundidad para desovar. Estos son capaces de producir hasta 100 huevos, los cuales se encuentran unidos a una planta anfitriona o entre ellos. Ya pasados los 10 o 15 días los huevos eclosionan, lo que da lugar a que nuevas y numerosas crías de peces aguja lleguen a la vida.

Cuando están recién nacidos, los peces aguja miden una media pulgada de largo. Además, antes de convertirse en peces adultos, la mandíbula de la parte inferior es mucho más pequeña que la inferior. Así que durante esta etapa de su vida (periodo de media cresta) la mandíbula superior no experimenta un crecimiento completo, de tal forma que para el animal es imposible cazar.    

Tras este tiempo, el pez aguja se alimenta básicamente de plantón y otros tipos de organismos marinos de diminuto tamaño. Pero una vez que su mandíbula superior se desarrolla por completo, el animal cambia su dieta a la que ya hemos mencionado en líneas anteriores.